Deja de fingir que hueles dulce, me escuecen los ojos

Hola. Sí, seguramente no os habréis dado cuenta de que hoy hay algo diferente en la forma de escribir habitual de la persona que se suele encargar de transmitir la información en este Blog. Saciando de forma inmediata la curiosidad que en vuestros corazones ha surgido, el motivo por el cual encontraréis la forma de relato diferente, es muy simple; la persona que está escribiendo, es diferente. Es más, no me atrevería a decir que soy una persona exactamente, pero mi identidad será revelada cuando sea necesario.

Hace poco, en este país (que os gusta conocer como "España"), se celebró un evento muy importante a nivel mundial, la Jornada Mundial de la Juventud (Alias, JMJ), en la que se reunieron jóvenes católicos de todo el mundo bajo los brazos y las enseñanzas de Benedicto XVI (¿Es obligatorio escribirlo en romano?), lo que provocó mi más absoluta ira. Porque, caballeros y caballas, sólo hay dos cosas que odio con todo mi pequeño y peludo corazón: a los ventiladores y, sobre todo, a los mentirosos.

Sí, señores y señoras, no estoy insinuando que el señor Benedicto os haya estado engañando a todos, lo estoy afirmando. Este señor (si se le puede llamar así), afirma que existe un ser todopoderoso que fue capaz de crear el universo y que nos vigila de forma constante para estar seguros de que le oramos todos los días o para que no incumplamos su código ético. Bueno, no hace falta pasarte muchas horas al día ladrando por la ventana para darte cuenta de que eso es una papanatada.El señor que he mencionado previamente, se atreve a llamar a estos delirios "teoría de la creación", como si hubiese sido elaborada por un genio de elaborar teorías.
Por suerte para todos vosotros, mis fieles seguidores, yo poseo la más absoluta de las verdades. Lo que yo voy a transmitiros, no es una teoría, sino una afirmación. Más concretamente; la afirmación de la pelusa.

Todo empezó hace unos 257 años (pocos años antes de que Guild Wars 2 iniciase su desarrollo), que es la edad que tiene este planeta (es lógico también, seguro que ninguno conoce a nadie que haya vivido más que eso para desmentir esa afirmación), cuando todo esto no era más que un montón de polvo que provenía de una fábrica de alfombrillas de ratón.
Como yo era la única que estaba viva en aquel entonces, no podía hacer gran cosa por limpiar. A parte, al caminar a cuatro patas, me fue imposible inventar la escoba. Es de prever que la dejadez y la falta de limpieza constante, provocaron que el polvo y la m**** de todo tipo se fuese acumulando, y como la mayoría de solteros/adolescentes sabréis, hay un elemento que aparece siempre que hay falta de higiene constante en un entorno; La pelusa.
Tras varios meses sin poder limpiar las pelusas, estas comenzaron a reproducirse y, por lo tanto, a multiplicarse. Podéis imaginar cómo acabó todo; completamente repleto. Pelusas por aquí, pelusas por allí, pelusas por delante y pelusas por detrás. Da igual adonde mirases, encontrabas cientos y cientos de estos entrañables animales, que para mi sorpresa, poseían un grandioso poder mágico.
Tras años leyendo libros sobre las pelusas y practicando día a día, conseguí exprimir todo el potencial mágico de las mismas, y logré crear aquello que se conoce como "La Tierra". Poco después, me di cuenta de que seguía existiendo el mismo problema con la suciedad y con el exceso de pelusas, así que cree al ser humano para que fabricase la escoba.

Los humanos resultaron no ser los grandes inventores de escobas que yo imaginaba, de hecho, no tardaron mucho tiempo en comprender el funcionamiento de las pelusas para poder traicionarme. Una maniobra que habría resultado fallida si no fuese porque resultó ser un éxito.
Tras una épica y ardua batalla, consiguieron encerrarme en las profundidades de lo que era un pequeño pueblo llamado "Jerez". Usando la mayoría del poder mágico que poseían las pelusas, consiguieron crear dos carceleras que eran capaces de contenerme y de impedir que volviese a ser libre (eran conocidas como Pilota Nueva y Pilota Vieja).

Después de 250 años, mordiendo y masticando a mis vigilantes, por fin consigo ser libre y consigo transmitir mi historia a lo largo de este extenso y maravilloso mundo pelusiano que es internet.

Con esta historia, también quiero pedir que reunáis la mayor cantidad de pelusas posibles y me las enviéis a una dirección que os facilitaré en un futuro próximo. Aún no conozco bien el funcionamiento de este mundo virtual y escucho a "La voz aguda" acercándose para alimentar mi sed de venganza contra vosotros, los seres humanos.

Ayudadme a destruiros, fuisteis mi mayor error.

Un cordial saludo,

M*** Von Bismarck Henderson III

3 comentarios:

L.H. 23 de agosto de 2011, 2:09  

La pelusa, ese majestuoso animal que se creía extinto en algunos hogares españoles... Hasta que se descrubrió el terrorífico mundo escondido bajo la cama, donde la pelusa era el primer eslavón de la cadena trófica y las llaves y pequeñas monedas, el último, pereciendo a su paso.

Albus 23 de agosto de 2011, 2:26  

K wapo ereh

Sex Shop 25 de octubre de 2012, 14:57  

Muy buenooooo!!!!!!!!!!!!

Publicar un comentario

ShareThis

Ahora en su versión más coqueta

Con la tecnología de Blogger.

The Hunger Site

¡Mi blog en bitacoras.com!