Hasta siempre, compañero

He podido oír una infinidad de veces la frase "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes", pero, hay ocasiones en que no es necesario perderlo para darte cuenta de lo valioso que es aquello que tienes.

Lo supe desde el primer día, sabía que te irías, sin pedir permiso, y supe que yo vería el momento en el cual te ibas. Yo acepté esas condiciones, y me dispuse a quererte.
Debo admitir que intenté no quererte con todo lo que tenía, pues ya había sufrido otras pérdidas. Pero, me fue inútil, era imposible no encariñarse por completo.
Quedarán atrás muchas cosas por hacer, mucho que regalarte y momentos buenos que darte. Pero, aunque quizá no sirva de nada, al menos tú, nunca te quedarás atrás.
No eres algo que superar u olvidar; eres mi orgullo, mi voluntad y motivación.

Aún estás conmigo y ya te echo de menos.

2 comentarios:

Anónimo 5 de noviembre de 2011, 16:43  

Conmovedor y mucho más de lo que se podría decir de personas humanas.

Unknown 18 de marzo de 2013, 22:40  

Precioso

Publicar un comentario

ShareThis

Ahora en su versión más coqueta

Con la tecnología de Blogger.

The Hunger Site

¡Mi blog en bitacoras.com!